THE BINDING OF ISAAC
Una misión que, como comprobaremos enseguida, no va a ser nada sencilla, ya que estamos ante un título de la vieja escuela
que nos va a poner a prueba constantemente. Principalmente, porque el
componente de aleatoriedad no se limita únicamente al diseño de las
mazmorras, que no dejan de ser una sucesión de salas con leves elementos
diferenciadores, sino que los enemigos que nos encontraremos en estas
habitaciones, los tesoros que hallaremos, e incluso los jefes de final
de fase van a ser siempre distintos. Por tanto, de nada servirá aprender
de memoria el diseño de estos escenarios, puesto que nunca vas a saber
qué te espera detrás de cada puerta. Una sensación de angustia muy bien
conseguida dada la dureza de los enemigos contra los que nos mediremos, y la facilidad con la que nuestros corazones de salud van a descender.